Gracias al reconocimiento formal del conflicto armado por parte del Estado Colombiano - realidad que "negó" el anterior presidente durante sus 8 años de dictadura, digo mandato democrático - se logra aprobar la Ley de Víctimas en el Congreso. Bien, mas de sesenta años después, pero bien (algo es algo).
Ahora, para acceder a esta ley la persona desplazada debe probar que es victima en la personería mas cercana y posteriormente esperar sesenta (60) días para que el Estado determine si es o no es víctima y por tanto si lo cobija o no dicha ley. En cuanto al tema de restitución de tierras, solo aplicará para las personas desplazadas a partir del pimero de enero de 1991, los que fueron sacados de sus tierras a sangre y fuego el 31 de diciembre de 1990 se jodieron.
Conclusiones:
1. El desplazado sigue sin asistencia INMEDIATA por parte del Estado.(El hambre y la intemperie no esperan).
2. La gestión es total y completamente burocrática, aun cuando no se provee de las herramientas necesarias a las personas involucradas (campesinos mayoritariamente y poblaciones indígenas que ni siquiera hablan español) para que accedan al sistema político y administrativo que los "protege"; ni se contratan personas que les ayuden con estos procesos (en las personerías, por citar un ejemplo).
3. En este país hay leyes, pero no hay ley, (Fernando Vallejo).
El hambre y la intemperie no esperan ni las "grandes" ciudades perdonan.
Gimena Granda Sierra.
Mayo 2011.
Bogotá, Colombia.
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